sábado, 30 de agosto de 2014

Jon

Nuestro primer casero en Oxford ha sido Jon. Su maravilloso cottage (casa típica de la campiña) nos ha acogido en nuestros primeros quince días en Oxford. Estos quince días que han sido una búsqueda constante, de casa, de muebles, de ofertas, etc… después de esta dura prueba y su exitoso resultado encontrar el Santo Grial va a ser un juego de niños.

Pero aquí voy a hablar de Jon. Si tuviese que describirle me costaría encontrar las frases adecuadas, pero éstas deberían girar alrededor de las ideas de naturalidad, musicalidad y espontaneidad. Es el típico tipo que si te acompañara en la negociación más importante del mundo te daría la tranquilidad de saber que el trato se va a cerrar con total seguridad y beneficio, pero aparecería en el último instante cuando ya estarías planeando de qué manera sacrificarle. Y siempre con la alegría por enseña y sonrisa amplia y generosa. No encaja, ni por asomo, en el prototipo de británico frío.

Entre sus idas y venidas han transcurrido estos quince días. Ahora dejamos su casa para ir a la nuestra. El también la abandona, se va a vivir a otra casa cerca del río que seguirá ofreciendo todos sus espacios abiertos a la gente, con la máxima hospitalidad, porque el espíritu de los hogares lo aportan los dueños.

lunes, 25 de agosto de 2014

Bank Holiday

Hoy lunes es día festivo en Inglaterra, de los pocos que hay en UK. De hecho, la diferencia de días festivos con España es abismal y será una cosa que vamos a echar de menos de nuestro país... cuando empecemos a currar, claro.

¿Por qué es festivo? Es uno de los denominados Bank Holidays, y como su propio nombre indica tiene relación con la banca. Buscar en internet sobre el original nombre de esta festividad te lleva a la figura de su inspirador: Sir John Lubbock. Este individuo, barón de Avebury, creció en el seno de una adinerada familia, lo que le proporcionó la oportunidad de hacer lo que en el siglo XIX era un privilegio: estudiar y dedicarse a la politica. Además, era un amante del cricket.

En el año 1871, Lubbock logró que el Parlamento aprobara una ley según la cual los empleados de la banca tenían derecho a días libres. ¿Para descansar? No, para asistir o participar en los partidos de cricket. Así que asignó como días festivos algunos de aquellos en que había partido. Así nació el Bank Holiday.

La festividad se extendió a toda actividad comercial, ya que por entonces cuando el banco cerraba, se paraba todo tipo de transacción. Hoy en día, el nombre de la festividad se mantiene y es un día festivo nacional, aunque estoy convencido de que muy pocos acudirán a ver un partido de cricket.
Sir John Lubbock

viernes, 22 de agosto de 2014

Selección de inquilino

Con gran esfuerzo y una pizca de suerte por fín ha llegado el momento y hemos encontrado un hogar para nuestra familia humano-gatuna. Un casero que acepta que los gatos vivan en su casa alquilada, y una casa que cumple con nuestras exigencias (que básicamente son que acepten a los gatos y que no parezca una mazmorra). Hasta aquí todo redondo... ahora llegamos al sorprendente APPLICATION FORM.

¿En qué consiste? Se trata de un formulario que debes rellenar con cierta información para el casero y que determina si finalmente serás el agraciado con pagar una renta desorbitada al mes. Si este formulario deja al casero satisfecho, enhorabuena, pasas a ser su inquilino. 

¿Qué tipo de preguntas contiene? Básicamente se trata de demostrar tres cosas: que tienes solvencia económica para hacer frente al pago del alquiler, que no has dejado cuentas pendientes en España (ni económicas ni penales) y que has sido un buen inquilino previamente.

Y aquí viene lo mejor, ¿cómo demuestras que has sido un buen inquilino? Pues aportando el contacto de tus anteriores caseros para que el dueño de la casa pueda contactar con ellos. En nuestro caso, aportamos los datos de nuestros caseros en España y en los Estados Unidos, pero pensando que ni de coña este tipo los iba a consultar al ser de fuera de UK (yo, porque el pimiento lo tenía claro), que se trataba de una mera formalidad... pues ole sus pelotas, el british casero escribe un email a las referencias que hemos aportado. Menos mal que gracias a sus positivas opiniones sobre nosotros han terminado de culminar nuestra solicitud.

¿Por qué todo este proceso? Parece algo exagerado. Es sencillo suponer que el casero tiene que tener seguridad de que vas a ser un correcto pagador de la renta y un buen inquilino, y qué mejor manera que conocer tus experiencias previas. Pero este jaleo tiene un motivo principal: en Oxford faltan viviendas para la demanda que hay, si no pasas el proceso de selección hay otros veinte candidatos dispuestos a vivir en esa casa y que quizás tengan mejores referencias y salario. Eso es tener la sartén por el mango.

No me atrevo a pensar cómo tiene que ser aquí una oposición.

lunes, 18 de agosto de 2014

Pedaleando

Una de nuestras primeras misiones ha sido adquirir un medio de transporte. Y cúal va a ser mejor que la bicicleta. Así que hemos comprado dos estupendas bicicletas de segunda mano... mejor dicho, creemos que son estupendas. Digo creemos porque nuestros conocimientos sobre bicicletas y ciclismo son escasos. De hecho, cuando Miguel Indurain ganó todo aquello yo pensaba que la bici la había conseguido domiciliando la nómina, y luego resultó que el banco le patrocinaba.

Llevamos un par de días pedaleando por la ciudad. Debo decir que Oxford está bien para moverte en bici. Hay bastantes tramos con carril bici habilitado y los conductores, tanto de coche como de autobús, son respetuosos con los ciclistas. Aquí este transporte está muy arraigado. Eso si, hay muchas menos bicis de las que yo esperaba. Por lo menos, en agosto, el coche es el transporte estrella. Aunque creo que cuando empiece el curso universitario y lleguen a la ciudad en tropel miles de estudiantes con poco dinero para fiestas y transporte, la bicicleta adquirirá mayor importancia.

Para nosotros ha sido un descubrimiento. Yo en mi vida me había movido por la ciudad en bici y me ha enganchado mucho. No me imagino moviéndome entre los college de otra manera, pegándole al pedal, cambiando de marcha, señalizando los giros, etc... Ocurre también que se te sale la cadena, te llenas de grasa, está lloviendo, pero no vamos a quitarle romanticismo a esta historia. Sería como contar que Romeo había pillado a Julieta depilándose las cejas. 


sábado, 16 de agosto de 2014

¿Se admiten gatos?

Ya explicamos que toda esta aventura oxfordiana giraría en torno al hecho de que tenemos tres gatos. Esto lo cambia todo. Y generalmente siempre lo hace más complicado. 

Ahora mismo nos encontramos en el proceso de encontrar una casa. Hoy, en nuestro primer día en Oxford, hemos visitado bastantes inmobiliarias, de todos los colores y tamaños. El esperanzador balance ha sido: cero inmuebles en disposición de ser alquilados en estas fechas teniendo gatos. Estamos como esta mañana al despertarnos pero con los culos algo más pateados.


Esto es malo. Pero las sensaciones empeoran a los hechos. Ha habido reacciones diversas cuando hemos especificado que queríamos alquilar con mascotas. Han estado las reacciones boy-scout, que aunque sabían que no había ni un apartamento-mojón para nosotros ponían cara de "¡venga chicos, seguimos adelante!". Estaban los neutrales, que han negado tajantemente pero con palabras suaves y sonrisa simpaticona. Y finalmente están aquellos que cuando les hemos comunicado que tenemos gatos han puesto la misma expresión que si les hubiese dicho "hemos matado a tu madre y con ella hemos hecho magníficas croquetas". Estos últimos no nos han dado ni una tarjeta, porque las tarjetas son para clientes y nosotros sólo somos unos desgraciados con un problema que ellos no quieren resolver. En realidad, no es un problema, sino tres problemas.


Mientras andábamos por las calles en busca de la siguiente inmobiliaria no podíamos evitar observar cada casa pensando que tampoco sería para nosotros.



miércoles, 13 de agosto de 2014

Primer viaje

Ha llegado el momento. Hoy cogemos el primer vuelo a Oxford con expectativas de ver el sol ligeramente escondido a nuestra llegada. Supongo que el hecho de tener que volver a España en breve a hacer cosillas ha provocado que las despedidas sean más suaves. Además, llevamos unas semanas haciendo pequeñas quedadas, cuando las agendas y las vacaciones nos lo han permitido, con gente realmente importante para llevarnos algunos recuerdos más.

Ser de algún sitio o estar en algún sitio es muy relativo. Benjamín Prado dice que puedes estar de paso en un sitio sin estar moviéndote. Ser algo así como la estela de los barcos, que en segundos es espuma y después ya no es nada. Ser estela te evita nostalgias, pero también te impide vivir grandes momentos. 

No pretendemos llegar a ser alcaldes de Oxford ni que nos obsequien con las llaves de la ciudad, pero por lo menos conseguir que alguien se atreva a probar nuestra tortilla de patatas y compartir algún momento digno de ser recordado. Esto es mejor que unas malditas llaves de esas que al final no sirven para abrir ninguna puerta.



martes, 12 de agosto de 2014

El idioma

Es evidente que cuando te vas a otro país en el que se habla otro idioma tienes miedo a no entender o ser entendido, mayor o menor según lo cagueta que seas. Si el destino es Inglaterra (o cualquier otro país de habla inglesa) el tema es diferente. 

Todos hemos escuchado o hablado inglés en algún momento de nuestra vida, de nuestra formación. Escuchamos canciones en inglés, en el colegio hemos estudiado inglés (aunque generalmente tu profesor sea de Hortaleza y su acento el típico acento inglés de Hortaleza), acudimos a clases de inglés aquel enero que nos propusimos aprender, etc... Es decir, que aunque solo sea "hello" todos sabemos algo de inglés. ¿Consecuencia? Salir a un país de habla inglesa nos da un miedo atroz. ¿Por qué? Porque nos han metido en la cabeza que si no sabes inglés no eres nadie.


Un ejemplo. Hace poco leía una entrevista a un muchacho español que estuvo viviendo en Polonia. De esta experiencia destacaba que le costó tomar la decisión porque era la primera vez que salía de España, pero que fue una gran experiencia. Su siguiente destino es Inglaterra, y comentaba que cuando le plantearon la opción lo primero que le vino a la cabeza es el problema del idioma, pero que luego todo fue bien porqué sus compañeros hablaban castellano... Es decir, que el idioma le suponía un problema ante la oportunidad de irse a Inglaterra pero no a Polonia. ¿Por qué? ¿Por qué quizás hablaba polaco? No creo. Pues porque realmente a la gente no le preocupa tanto no entender y hacerse entender con el resto del mundo, sino que lo parezca. Porque si no has aprendido inglés parece que no eres nadie, mientras que si no hablas polaco es lo normal. Un destino de habla inglesa tiene cien puntos extra de canguelo.


Es evidente que todo es más fácil si hablas bien inglés, para irte a cualquier parte del mundo, por la universalidad del idioma. Pero si no lo dominas, seguro que lo chapurreas. Y si no sabes, PUES LO APRENDES, que para eso te vas a Inglaterra donde lo hablan muy bien.


¿Y como aprenderlo? En la carta que encontraréis en el enlace que abajo os pego creo que lo explican muy bien. Quién no aprende es porque no quiere. Es evidente que hay gente con más facilidad para los idiomas que otros, quien necesite más o menos tiempo, pero mejorar siempre es posible. Sólo tienes que no dejarte llevar por lo fácil y exponerte al barranco de la desvergüenza.


http://bristolenos.com/2013/10/28/carta-espanoles-expatriados/




domingo, 10 de agosto de 2014

Sir Bobby Robson National Football Day

Hace aproximadamente un año nos encontrábamos en Liverpool. Tuvimos la suerte de participar en uno de los muchos eventos organizados por la Federación Inglesa de Fútbol con motivo del día nacional del fútbol, situado en estas fechas para recordar y homenajear a Sir Bobby Robson, un gentleman del fútbol de las islas.

Acudimos a ver un torneo de fútbol sala en el que participaban nuestros amigos del Liverpool Futsal, pero en la ciudad deportiva donde se celebró el torneo ocurrieron simultaneamente otros torneos de fútbol masculino, femenino e infantil. Si multiplicamos estos eventos por cada recinto deportivo de cada ciudad del país nos damos cuenta que la dimensión del evento estuvo a la altura de la figura de Sir Bobby Robson.

No es de extrañar, porqué Sir Bobby Robson, tras una buena carrera como jugador, pasó a los banquillos en los que aprovechó todas las oportunidades para demostrar su educación y grandeza. En la faceta de entrenador trabajó en varios países y dirigió a la selección inglesa en dos mundiales (1986 y 1990).

No sólo escribo esta entrada para recordar a Sir Bobby. También tiene como objetivo alabar la manera que tienen los ingleses de reconocer y agradecer la dedicación a personas que, no sólo se esfuerzan y dan su vida por aquello que aman, sino que lo hacen con una exquisitez y una educación asombrosa. Y esto es algo muy habitual en el fútbol británico.



Estatuas en honor a Sir Bobby Robson en St James Park (Newcastle) y Portman Road (Ipswich)

viernes, 8 de agosto de 2014

Liverpool-Oxford

No va a ser mi primera vez en Inglaterra. El año pasado ya estuve acompañando a la hortaliza en uno de sus periplos veraniegos de curro. Entonces estuvimos bastante más al norte, en Liverpool. ¿Qué puedo decir? You´ll never walk alone y The Beatles. No necesito mucho más.

Me puedes llevar a la ciudad más horrorosa del mundo con esos dos ingredientes y podría ser feliz. Aunque fuese una ciudad gris y lluviosa, con poco sol y con gente tan fría que parece que vayan a cagar calippos. Estuve en Anfield, en The Cavern, en el museo de The Beatles... y después en todo lo demás. Y todo lo demás también mola bastante. Menos la comida. No encuentro las palabras para describir la comida. Lo justito para cubrir sus necesidades básicas nutricionales, porque lo que es el paladar... Lo que comen mis gatos tiene bastante mejor aspecto que cualquier cosa que allí me sirvieran, con diferencia. Pero reconozco que si tu hígado sobrevive a esto y no eres susceptible con el clima, Liverpool es una bonita ciudad.


Con esta referencia es complicado imaginarme cómo es Oxford. Pienso en un británico que haya estado viviendo en Sevilla y ahora tenga que irse a San Sebastián... nada que ver. Supongo un Oxford con algo más de sol (espero), con bastantes más españoles y con mayor fortuna gastronómica. Sin Anfield, sin The Beatles. No quiero pensarlo mucho para no perder ilusión en la sorpresa y no exponerme a una bofetada de realidad. Mejor no elucubrar y dejar que Oxford se presente por sí sola.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Vendiendo cositas

El coche, los muebles, electrodomésticos, material de escalada, etc. Me he hecho un experto en vender cosas. Conozco todos los portales de internet de compraventa y, aunque no se me da muy bien negociar, he conseguido algunos tratos bastante ventajosos. Por ejemplo: mi colección de pins de fútbol (unos 350 pins) a cambio de 50 €, dos latas de kilo de bonito y un pantalón del Racing de Santander. Creo que salgo ganando, especialmente porque el destinatario de los pins es una persona que va a disfrutar bastante más que yo de ellos, con mucha más ilusión por continuar con la colección y que ha demostrado su amabilidad durante todas nuestras conversaciones. Además, a los gorditos nos encanta todo lo que se pueda comer. El bonito estaba excelente, pero al pantalón aún no le he hincado el diente. Al tiempo.

Claro que también hay otros comportamientos inexplicables. Están esos casos en los que alguien te escribe para preguntarte aspectos que YA ESTÁN CLARAMENTE REFLEJADOS EN EL ANUNCIO: precio, medidas, cantidades, etc. Respondes a sus dudas cortésmente, aunque sean carentes de toda importancia, al menos para mí. Posteriormente, comienza la negociación y te hace una oferta muy a la baja que por supuesto no aceptas. Contraoferta de tu parte. Así, como en un partido de ping-pong hasta que llegamos a un acuerdo: un precio intermedio y razonable que a ambas partes nos satisface. De repente, el silencio, que la persona interesada en comprar rompe con un "lo siento, es que el color no me convence"... en esos momentos lo que a mi no me convence es que esa persona continúe viva. ¿El color? EL COLOR LO SABES DESDE EL PRINCIPIO, QUE HAS VISTO LAS FOTOS EN EL ANUNCIO. En fin, espero que por lo menos pasara una tarde entretenida.

La lectura que saco de esta parte es que hay que dinamizar el mercado de segunda mano. Deberíamos precipitarnos menos en tirar cosas y en comprar algo nuevo, y más aún en almacenar viejos trastos en un desván o el garaje, por si un día nos hacen falta. A la vez, hacemos un favor a otra persona. Favor mutuo. Simbiosis.

lunes, 4 de agosto de 2014

Lo que no sirve

Decidir qué te vas a quedar y de qué vas a deshacerte te quita muchas horas y bastante energía nostálgica. Hay cosas que ya no necesitas y otras que quieres mantener por encima de todo. Un ejemplo de algo que quiero guardar: mi colección de monedas. Un ejemplo de algo prescindible: una nómina. Ya no tengo coche, ya no tenemos muebles y desde hace tiempo no tengo nómina. ¿Para qué voy a querer una nómina en una moneda inestable y poco fiable cuando puedo cobrar en libras, moneda ilustre y reforzada por cientos de años de costumbrismo radical?

Pero en medio de estos dos tipos de cosas existen otro montón que un día fueron importantes en tu vida, aunque los últimos tiempos hayan estado semiolvidadas en el fondo de un armario y que sabes que no volverás a amar como entonces. Una mudanza con espacio limitado te obliga a deshacerte de muchas de estas cosas. Con algunas es sencillo, pero con otras... libros, recuerdos, colecciones inacabadas, películas, música, regalos, etc.


Yo he sido muy drástico. Sin medias tintas. Todo lo que me ha generado un mínimo de duda sobre si quedármelo o no, adiós. En la mayoría de las ocasiones, sin pensármelo demasiado, con un primer vistazo he decidido en que grupo iba. Porque si lo piensas mucho, pierdes el control y empiezan a vencer los recuerdos. Una vez que decides que no vas a quedarte algo, viene elegir su destino: tirar, regalar o vender. Y deja de formar parte (material) de tu vida.


En todo este proceso muchas veces te planteas cuestiones profundas como ¿para qué coño guardaba yo esta mierda? o ¿de verdad he salido a la calle con esto puesto? Preguntas de este estilo que te llevan a una conclusión: fueses como fueses antes, ya no eres así.


Sobre el proceso de vender cosas de segunda mano, os ilustraré otro día.

domingo, 3 de agosto de 2014

Con gatos

Debería ser más sencillo, o mejor dicho, deberíamos estar más preparados para movernos a otro país. A mí, personalmente, me invadió un ligero vértigo cuando me enteré de que nos íbamos, y eso que yo soy de nervios de acero. Después ya te metes en harina y los nervios se templan. Trazas un planning. Es el momento de hacer cosas y no pensar demasiado.

Una mudanza nunca apetece. Una mudanza a otro país añade grandes dosis de dificultad a la empresa. Pero una mudanza a otro país con gatos constituye un ejercicio de paciencia y aritmética de calendario. Haciendo caso omiso al asombro y la incomprensión de mucha gente, nuestros gatos se vienen a Oxford. No es negociable.

¿Qué cuantos gatos tenemos? Tres, hijo, tres.

El proceso, desde el momento en que nos confirmaron que nos iríamos a Oxford a ganarnos la vida avanza siempre condicionado por estos tres personajes. Implantarles chip de identificación, vacunas, pasaporte. Hay que buscar una casa en la que admitan animales. Hay que buscar una empresa de transporte de animales. Hay que fijar las fechas de todo en función de SU viaje. En fin, pringadez máxima. Y me callo algunas cosas para no darme cuenta de que he caído en el más absoluto agujero de la esclavitud.


El plan es hacer primero una avanzadilla para encontrar una buena casa en la que admitan animales. Después establecernos y tenerlo todo a punto para cuando lleguen ellos. Finalmente, esperar a que se adapten. Con gatos nunca se sabe.