viernes, 28 de noviembre de 2014

UK nunca visto

A aquellos que dudan que Edmund Halley pudiese haber llegado a sus brillantes conclusiones observando el cielo casi siempre cubierto de nubes de Oxford os tengo que decir: no me extraña que dudéis. Aquí os dejo un mapa curioso que he encontrado por internet. Se trata de un mapa satélite de UK... sin nubes. Evidentemente no es cierto sino una reconstrucción a través de mapas de diferentes zonas en días despejados. Es más probable cruzarte con un unicornio que asistir a este grandioso espectáculo climático.


miércoles, 26 de noviembre de 2014

El impacto de la inmigración en UK

Nuevamente voy a centrar una entrada en una noticia de prensa, en este caso de The Guardian. Se trata de un estudio realmente revelador acerca de la contribución a las arcas de UK del sector inmigrante. Un estudio que aparece en pleno debate sobre la modificación de la política de inmigración en las islas.

El estudio realizado por dos prestigiosos economistas (aún mejores que los que comparan los precios de Sainsbury´s, ASDA y TESCO con el que te dan el coñazo los cajeros del supermercado) refleja el impacto económico positivo de la mano de obra inmigrante: unos 20 mil millones de libras se han recogido en impuestos entre 2000 y 2011. El estudio concluye que la mano de obra venida de ultramar sólo puede calificarse de positiva, ya que su aporte en tasas supera con creces el gasto que generan por las ayudas que reciben.

El debate ha surgido en torno a este estudio. Las principales voces critican que el trabajo sólo se centra en aspectos económicos pero que la realidad es más oscura. La mayoría de estos inmigrantes son jóvenes con una altísima preparación universitaria que en UK acaban realizando trabajos poco cualificados: camareros, limpiadores, fregaplatos, etc... Jóvenes que ven frenada su progresión profesional y cuyos países de origen pierden después de haber invertido en su formación. 

Los balances económicos son positivos, si las cuentas no salieran evidentemente no tendríamos tan fácil el acceso al país y al mercado laboral. Pero todos los que somos inmigrantes y nuestras familias conocemos el daño personal, social y profesional que sufrimos. Además, hay un dato que omite el artículo y que nos permitiría hacer un balance más justo: ¿cuánto vale el talento desperdiciado? Yo opino que la pérdida de talento no tiene precio.



http://www.theguardian.com/uk-news/2014/nov/05/eu-migrants-uk-gains-20bn-ucl-study


lunes, 24 de noviembre de 2014

Voluntario

Durante las últimas semanas he intentado infructuosamente encontrar un segundo trabajo compatible con el mío. Mi trabajo es de pocos días y pocas horas, pero me niego a dejarlo porqué en el he topado con una gente estupenda. Eslovacos y estupendos. Además ¿qué probabilidad existe de trabajar en el (posiblemente) único restaurante eslovaco de todo UK el día en que la selección eslovaca de fútbol vence por primera vez en la historia a España? Tal casualidad debe significar algo. Así que me niego a dejar este curro.

La busqueda de un segundo trabajo me ha llevado a encontrarme a gente con jeta, como ya expliqué en una entrada anterior, a rechazar alguna opción y también a ser rechazado en otra. Ahora se acerca el invierno en que dicen que el mercado laboral se tranquiliza por aquí. Así que he decidido cambiar de objetivo y lanzarme a buscar un voluntariado para llenar ese tiempo vacío.

Aquí el tema del voluntariado, ONG y todas estas cosas están muy extendidas. Sólo en Kidlington hay cuatro tiendas benéficas de segunda mano donde puedes encontrar artículos que la gente ha donado por muy buen precio. Parte de nuestros muebles provienen de una de esas tiendas. Barato y solidario. En casi todos los comercios, grandes y pequeños, tienen huchas para recoger pasta para causas diversas, y cada semana tenemos en el buzón diferentes propuestas de colaboraciones benéficas.

Así que allá me he lanzado. No sabía muy bien donde buscar, pero internet es el mundo de las oportunidades y al final conseguí contactar con una asociación local cuyo trabajo consiste en dar soporte a personas discapacitadas para facilitarles la vida o acompañarles en sus actividades de ocio. Pero no iba a ser tan sencilla la cosa, porque esto es UK, la tierra de las referencias y los formularios. He tenido que pasar una entrevista, responder mil preguntas, presentar mi contrato de alquiler para demostrar que vivo en la casa de mis gatos, pedir el certificado de penales (que al ser para un asunto benéfico parece que por lo menos me va a salir gratis) y, como no, aportar nuevamente dos contactos de referencia. Todo esto para un voluntariado, que es trabajar gratis. Y con gusto lo he hecho porque quizás sea otra nueva oportunidad para conocer más profundamente cómo se cuece la vida por estas húmedas tierras mientras hecho un cable para que a alguien le llegue la chispa.

viernes, 21 de noviembre de 2014

Otoño en Bregboke


El otoño, con sus hojas traicioneras y su color característico, llegó y se marchó de Oxfordshire con menos lluvias de lo que esperábamos. El invierno ya está aquí.


miércoles, 19 de noviembre de 2014

Gente con jeta

He estado releyendo entradas anteriores y creo que en general reflejan fielmente lo que aquí nos hemos encontrado y los sentimientos que nos invaden. He hablado de lo sencillo que ha sido entrar en el mercado laboral, de lo bien que por el momento nos encontramos, tanto profesional como personalmente. Pero no es oro todo lo que reluce. No todo el mundo tiene la misma suerte ni se topa con gente honesta como nos ha ocurrido a nosotros. Aquí también hay sinvergüenzas de varios colores como he podido comprobar en alguna entrevista de trabajo.

La primera de las entrevistas que aquí os relato era para una gran cadena de restaurantes. El puesto era kitchen porter. Tras una breve charla me dispuse a hacer una prueba junto el chico que ocupa el mismo puesto y que ejerció de mentor. La cuestión es que de las 3 horas que por allí estuve rondando ocupé la posición de kitchen porter unos... ¿45 minutos? Más o menos, el resto del tiempo el trabajo consistió en preparar el autoservicio del desayuno y luego recogerlo, preparar ensaladas para la comida, poner pollos en el asador, cortar todo tipo de verduras, etc... Es decir, que el trabajo más bien era de pinche, ayudante de cocina... no se muy bien como llamarlo. Algunas ensaladas se servían directamente después de haberlas yo preparado, sin ningún tipo de supervisión del cocinero o su ayudante. Entonces, ¿por qué no me dices en que consiste el trabajo desde el principio? Creo que no es mi responsabilidad preparar las comidas y si lo es debo saberlo, ¿no? Se puede pensar que no está tan mal, más divertido preparar ensaladas que fregar platos, así lo pienso yo, pero me da que pensar que en la entrevista no me informarán de las funciones reales. Mis dudas sobre el puesto se disiparon cuando que una española que allí trabaja me dijo "en la cocina la gente no suele aguantar más de un mes". En fín, gracias y adiós.

La segunda oferta era para un restaurante de la universidad. En la entrevista el manager me dijo que el trabajo era para las mañanas de lunes a viernes y, eventualmente de manera especial, alguna tarde y fines de semana. Cuando acudo a hacer la prueba el chico al que supuestamente iba a sustituir era español, así que aproveché para sacarle más información. Me dijo que la realidad era muy diferente a lo que me habían contado en el entrevista, que se trabaja mínimo dos tardes a la semana y que fines de semana uno. "¿Trabajas uno al mes?" pregunté yo, a lo que me respondió "no, CON SUERTE LIBRAS UNO AL MES, te lo han pintado bonito para que cueles, pero luego...". Ante este panorama lo mismo que antes, gracias y adiós.

Por ahora hemos tenido suerte en nuestro periplo inglés, pero no hay que bajar la guardia. Hay gente que le echa jeta en todos sitios, que sabe que lo que ofrece es una bazofia de trabajo pero necesita mentir porqué si no nadie lo aceptaría. Así que tenemos que aprender a decir en inglés "tío, tienes más cara que espalda".

lunes, 17 de noviembre de 2014

Podemos en Oxford

La comunidad española en Oxford es grande y aumenta constantemente. El perfil del inmigrante español en esta ciudad no difiere mucho del de otras: español sin curro en España. Una gran parte posee formación universitaria. Lo he podido comprobar visitando varias cocinas y encontrándome en ellas bioquímicos, biológos, etc... Podría afirmar casi con rotundidad que el lugar con mayor número de científicos (o licenciados en ciencias) no es el CSIC sino las cocinas y restaurantes del Reino Unido y con rotundidad total que el gobierno español ha conseguido disminuir el número de desempleados en el sector científico mejorando su nivel de inglés. Chapeau para el gobierno.

Las noticias que nos llegan de España además no son muy alentadoras. Las divertidas aventuras del joven Nicolás nos han entretenido bastante, aunque aquí no es algo novedoso ya que han sido varios los plebeyos que han conseguido burlar la seguridad y colarse en el palacio de Buckingham (http://www.malagahoy.es/article/mundo/432330/dos/periodistas/vuelven/destapar/fallos/de/seguridad/palacio/buckingham.html). Si bien el resto de noticias no nos generan sonrisa alguna ni aportan un gramo de esperanza a nuestra situación.

Los escándalos de corrupción, los datos del paro, la poca vergüenza de quién nos gobierna... el nivel de indignación es máximo en nosotros que ya vivimos una triste situación. Aquí en Oxford, como ya ha ocurrido en otras ciudades inglesas, un grupo de expatriados (o expulsados de España, sería más correcto decir) han formado un círculo de Podemos. Yo, un perfecto incapaz de asociarme con nadie, sin defender o criticar a este movimiento o partido político, admiro profundamente esta iniciativa y les apoyo totalmente. No están aquí por elección sino por imperativo y tienen todo el derecho a manifestarse, bajo el logo de Podemos o cualquier otro. Este tipo de iniciativas son un síntoma de que la gente no se conforma con lo que le obligan a vivir, que no quiere permanecer callada y que tienen esperanza de que, alguna vez, la cosa cambie. Aunque lo que es seguro es que esto no ocurrirá mientras sigamos gobernados por inútiles y sinvergüenzas.

Hala... ya habéis conseguido que se me caliente la boca.

viernes, 14 de noviembre de 2014

Edmund Halley

Todos hemos escuchado hablar en alguna ocasión del cometa Halley. Un cometa que, dicen, tiene forma de patata y se muestra visible desde la Tierra durante dos días cada setenta y siete años. Se especula que ya era conocido por los griegos en el siglo V a.c. pero no fue hasta su aparición de 1682 cuando se describió su periodicidad. Un astrónomo británico afirmó entonces "con toda confianza puedo predecir que retornará en 1758". Su nombre era Edmund Halley.


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Credit ©The Royal Society

Edmund Halley, nacido el 8 de noviembre de 1656 en Haggerstone, cerca de Londres, fue aceptado en la Universidad de Oxford en 1873, concretamente en el Queen´s College. En 1678 se le concedió el título de Master of Arts y fue nombrado miembro de la Royal Society, una de las sociedades científicas más influyentes del mundo. En el seno de esta sociedad tomó contacto con algunos de los más brillantes colegas de la época, como Robert Hooke, Christopher Wren e Isaac Newton. El deseo de encontrar una explicación mecánica al fenómeno del movimiento planetario motivó muchas horas de discusiones y una sana competencia entre ellos.

Gran parte de las observaciones de Halley fueron realizadas en Oxford, concretamente en el número 7 de New College Lane, donde una placa recuerda que allí vivió y trabajó este insigne ciudadano. Fue profesor de geometría entre 1703 y 1742 (año de su fallecimiento). Pero no se marchó sin ser el primer científico capaz de calcular la órbita de un cometa, el mismo que después fue nombrado en su honor.


Placa en el número 7 de New College Lane

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Crónica de un accidente

Dicen que hay dos tipos de moteros: los que se han caído y los que se caerán. Desconozco si este dicho es aplicable también al mundo de la bicicleta, pero el pimiento ya pertenece al primer grupo. Paso a relataros como ocurrieron los hechos.

Otoño, cuando caen las hojas. Pueden ser hojas pacíficas u hojas puñeteras que cuando van cayendo comentan "hoy voy a joder a alguien". Las hojas son uno de los peligros máximos para los ciclistas de ciudad, especialmente en los días húmedos que en UK suelen ser bastantes. Así que si sumamos un coche parado en el carril bici, una maniobra para esquivarlo y un puñado de estas hojas con mala leche la ecuación tiene un resultado claro: caída y rotura de codo. Al hospital.

Ya en el hospital la cosa transcurrió rápidamente. Radiografía, diagnóstico del médico, brazo en cabestrillo y de nuevo a casa con cita para el traumatólogo el día siguiente.

Hasta aquí todo normal, como ocurriría en España. Pero ha sido un resumen simple, hay detalles que marcan la diferencia:

1. Los viajes en taxi de ida hacia el hospital y regreso a casa corrieron a cargo de la empresa. 

2. Estando en el box de urgencias, la enfermera encargó un menú del catering para la accidentada porque se encontraba desestabilizada por el golpe. Pagado, claro está, por el hospital. En España tendríamos que haber sacado un kit-kat de la maquinola más cercana.

3. El tratamiento. Nos habían advertido que en UK no son partidarios de la medicación en grandes dosis ni los tratamientos fuertes. El tema del brazo se solucionó con un cabestrillo clásico: brazo atado al cuello. Nada de inmovilizaciones mayores. Además la medicación es de bajo impacto. Sólo pudimos comprar paracetamol de 500mg e ibuprofeno de 200mg, aquí no venden dosis más altas. Ya nos habían comentado que aquí los medicamentos se administran en mínima cantidad. Por ejemplo, para que te den antibióticos tienes que tener la temperatura como para cocinar unas gachas.

En resumen, al final el codo evoluciona y la semana que viene hay una nueva visita al médico. Tened cuidado con las hojas, ya lo advierte mi sobrino: "la tía se ha caído porque es otoño".

lunes, 10 de noviembre de 2014

Día del recuerdo

El 11 de noviembre todo el Reino Unido se llena de amapolas rojas. Son el símbolo del Día del Recuerdo, que también se denomina Poppy Day (Día de la Amapola). Se trata de un día para recordar y conmemorar a las personas que dieron su vida en alguna guerra. No es exclusivo de UK y los países de la Commonwealth, también lo celebran en otros países como Francia, Malta o Los Estados Unidos, entre otros, si bien aparecen variaciones del nombre (Día de los Veteranos, Día del Armisticio...).

¿Por qué el día 11 de noviembre? Porque fue aquel día de 1918 cuando Alemania firmó el acuerdo de armisticio que daba por concluida la Primera Guerra Mundial.

¿Y por qué la amapola como símbolo? En la región de Flandes (hoy compartida entre Francia, Holanda y Bélgica) se construyeron cementerios para los cuerpos de los soldados fallecidos en las batallas que allí se libraron. Con el paso del tiempo, aquellos campos comenzaron a llenarse de amapolas. En 1915 un oficial canadiense escribió un poema inspirado en este fenómeno al que tituló "In Flanders Fields" ("En los campos de Flandes"), cuyos dos primeros versos dicen así:

In Flanders fields the poppies blow
between the crosses, row on row

En los campos de Flandes las amapolas se agitan
entre las cruces, fila a fila

El día 11 de noviembre todo el mundo luce la amapola. Gracias a las ventas de amapolas de plástico y papel se financian muchos proyectos solidarios encaminados a mejorar la vida de los veteranos de guerra. Cuando el año pasado estuvimos en Liverpool nos impresionó mucho la gran cantidad de coches que lucían la amapola en la rejilla y la presencia de estas flores en cada ventana, en cada cruz o en cada puerta. 


Amapolas en el cementerio de St Bartholomew

viernes, 7 de noviembre de 2014

Kidlington FC

Mi pueblo tiene club de fútbol. ¿Qué pueblo no lo tiene en el país que lo inventó? A un minuto de nuestra casa está el campo y la sede, así que podemos escuchar cuándo el árbitro pita una falta y cuándo meten un gol. GO KIDLINGTON!!!


miércoles, 5 de noviembre de 2014

Visita sorpresa

Por fín vamos a tener una primera visita, si bien se trata de algo inesperado. Un amigo y compañero de fútbol sala ha decidido seguir nuestros pasos y establecerse, al menos durante un tiempo, en Oxford. Su objetivo es el mismo que el de casi todos los que venimos a estas tierras: dejar de lamentarse de la falta de oportunidades en España para aprender inglés mientras trabajamos.

Hace unos días me sorprendió que me asaltara por facebook. No es que me caiga mal sino todo lo contrario, es un tío estupendo, pero me da bastante rabia que yo le saque algunos años y bastantes kilos. Había pensado en pasar un año en UK pero no tenía claro en qué ciudad. Tras nuestra conversación ha elegido Oxford.

De repente me ví repasando mentalmente todos los pasos que seguimos nosotros hasta llegar hasta hoy. Cambio de divisas, compras, maletas, viajes, cuenta del banco, national insurance number, busqueda de casa, de empleo, de bicicleta, etc... Revivimos todo aquello, no muy lejano, e intentamos explicarlo puliendo los errores cometidos. Nuestra obligación es intentar que no los cometan quienes vengan después y si es un amigo con más motivo.

Me alegró bastante la noticia. Primero por recibirla de alguien cercano. Segundo, porque para nosotros esta experiencia está resultando muy enriquecedora y creo que lo va a ser también para nuestro amigo. Tercero, porque de paso me va a traer alguna cosita que aquí echamos en falta. Espero que os llegue el mensaje: se aceptan visitas, pero nada es gratuito.

lunes, 3 de noviembre de 2014

Robo de bicicletas

Hace unas semanas comentaba en este blog que la bicicleta es el medio de locomoción preferido en Oxford. No sólo por ser el más económico sino también porque intentar desplazarte en esta ciudad en coche puede llegar a ser muy frustrante. Entonces también comentaba que era cierto que había muchas bicicletas, pero no tantas como esperaba encontrar. Hasta que ha empezado el curso escolar y la cantidad de riders se ha multiplicado como una población de ratas de un vertedero. Ahora si que Oxford pedalea.

La verdad es que es un placer moverte con la bici en este entorno urbanístico. Enfilar calles como High Street es un lujo para los sentidos. Atravesar la ciudad dejando atrás decenas de coches da gustirrinín. Pero todo lo excelso de la vida tiene un lado negativo y en este caso es que Oxford es una de las ciudades punteras en el robo y la comercialización de bicicletas robadas. 


En un artículo publicado recientemente en The Telegraph se exponían los resultados de un estudio acerca del robo de bicicletas. Evidentemente, Londres se encontraba en cabeza del ranking de número de robos, pero este resultado era fácil de esperar si tenemos en cuenta el número de habitantes y, por lo tanto, de bicicletas de la capital. Pero para desgracia de la ciudad que nos acoge encontramos que en el ranking por códigos postales es el centro Oxford, cuyo código postal es OX1, el líder en todo UK.


Echar un vistazo a las zonas de aparcamiento de las bicis nos da la explicación. Hay muchos ciclistas que eligen gastarse un buen puñado de libras para comprar un candado decente y evitar un disgusto, pero otra gran cantidad no puede o no quiere: he visto tangas bastante más resistentes que algunas cadenas que aseguran bicis. 


Estos datos han motivado la creación de varios sistemas de identificación de bicicletas robadas. El sitio web Check that bike, creado por un policía al que le levantaron la bicicleta, permite identificar si una bicicleta es robada a través de su número de registro (que puedes encontrar grabado o en una pegatina volteando la bici, en la parte inferior del cuadro) conectando con la base de datos de la policía. Otros servicios web, como Immobilise, te permiten registrar la bicicleta (y cualquier otra cosa) de tu propiedad. Todo vale cuando se trata de asegurar tu bici, porqué en Oxford estás jodido sin ella.


http://www.telegraph.co.uk/men/active/recreational-cycling/11180315/Where-is-the-worst-place-for-bicycle-theft-in-England.html


https://checkthatbike.co.uk


https://www.immobilise.com