En 1989 el fútbol británico estaba en un periodo oscuro de su historia. El fenómeno hooligan se encontraba en pleno apogeo, la violencia estaba presente cada fin de semana y los clubes de las islas cumplían la sanción de seis años impuesta por la UEFA por la tragedia del estadio de Heysel en 1986. En Downing Street moraba la Dama
El 15 de abril de 1989 se iba a disputar el partido de semifinales de la Copa de Inglaterra en el estadio de Hillsborough, Sheffield, entre el Liverpool y el Nottingham Forest. Se produjo una avalancha en la zona de aficionados Reds que causó el fallecimiento de 96 personas, algunas de ellas niños. El acontecimiento conmocionó las islas y sus consecuencias se alargaron hasta nuestros días.
La investigación llevada a cabo por la policía señaló como únicos culpables a los aficionados del Liverpool. La huella de Heysel estaba fresca y era lo más sencillo y esperado por todos... menos por los que estuvieron allí. Aquí entra en juego el infame The Sun. Con su estilo particular, elevó la mezquindad de los aficionados Reds a la enésima potencia afirmando que no solo habían originado el desastre, sino que también habían orinado sobre los policías, saqueado sus cuerpos y mofado de los cuerpos sanitarios que intentaban reanimar a los heridos.
Pero los familiares de las víctimas no se quedaron de brazos cruzados. Constituyeron una asociación que luchó incesántemente desde aquel abril por encontrar la verdad, apoyada por todos los aficionados y el mundo del fútbol en general. Su lucha se vió recompensada cuando en el año 2012 la desclasificación de los documentos de la investigación oficial llevó a una comisión independiente a concluir que los responsables de la masacre fueron la policía y el jefe de seguridad del estadio, negligentes hasta las nalgas. La clasificación de esos documentos se realizó, por supuesto, bajo las órdenes de Thatcher.
David Cameron, primer ministro británico, pidió disculpas públicamente en el Parlamento en septiembre de 2012. Kelvin McKenzie, editor del panfleto en 1989, también. El tabloide intentó disculpar lo inexcusable con una portada que desmentía todas las mentiras que contaron tras la tragedia. Pero evidentemente no hay perdón, nadie puede recuperar a los fallecidos ni olvidar con facilidad todas las mentiras que han nublado sus recuerdos. No solo el entorno del Liverpool FC, sino toda la ciudad del Mersey estaba herida.
Mañana continúa la historia. Y recordad, si veis una página de The Sun por el suelo, recogedla con una bolsa de pipican.
Por fin!!! Ya se desveló el misterio... Te diría que le parece increíble pero no es así porque conozco demasiado bien a la prensa.
ResponderEliminarUn aparte se merece la prensa sensacionalista inglesa... Es que alucin .
Ahh! Y no te he plasteando mucho ;-)
Espero con impaciencia el resto de post sobre lo acontecido y alguna explicación mas de los kiosquero .