El 25 de enero es un gran día para los escoceses. Celebran el aniversario del nacimiento del más grande poeta que sus tierras han conocido, Robert Burns. La obra de Burns es muy celebrada en la tierra del whisky por varios motivos. Primero por que en su obra realza el folclore y las tradiciones escocesas, de manera que tienen el añadido valor de constituir una enciclopedia de la cultura escocesa. En segundo lugar por el carácter humilde del poeta: Burns nació en el seno de una familia campesina y no se dedicó por completo a las letras. Escribió mientras trabajada el campo durante su vida en la casa paterna y posteriormente ejerciendo como funcionario de aduanas.
Las celebraciones en honor a Robert Burns se denominan Burns Supper. Se trata de una reunión familiar o amistosa que incluye comida tradicional escocesa, como el Haggis, una especie de morcilla preparada con carne de cordero y ternera capaz de alimentar tres reactores de fisión. La comida se acompaña con un buen whisky y el recitado de poemas de Burns.
Aprovechando la efeméride me di un paseo por la biblioteca a coger algún libro del poeta. Encontré "A nigth out with Robert Burns. The greatest poems", un recopilatorio de lo mejor de su obra. Abrí el libro con intriga que pronto se transformó en absoluta sorpresa cuando intenté comprender lo que allí estaba escrito: palabras acortadas, apostrofes por doquier y verbos sin traducción. Algo totalmente incomprensible.
Ayer tuve una conversación de literatura con Richard, mi muy british jefe. Le pregunté acerca de autores británicos que consideraba más relevantes. Por supuesto, salieron los nombres de Dickens, Wilde y Shakespeare. Cuando le pregunté por Robert Burns me contestó: "¿Robert Burns? No se puede leer, ¡escribe en escocés puro!".
Ya sabéis: no intentéis leer a Burns sin una estancia mínima de 6 meses escuchando gaitas o se os quedará esta cara:
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