jueves, 19 de febrero de 2015

Cambridge

Así como también nosotros acogemos gente en nuestra casa, somos acogidos en casa de nuestros amiguetes más allá de las fronteras oxonienses. Como tenemos amigos morando en Cambridge pues Venga, a Cambridge con toda la tropa... No, no, toda la tropa no. Tres miembros de la familia se quedaron en casa porque hacer turismo y dormir 18 horas diarias no son actividades compatibles.

Aunque su rivalidad universitaria hace pensar que son ciudades cercanas, en realidad cuatro horitas de autobús separan las ciudades de Oxford y Cambridge. Es típico preguntar sobre una y responder comparando con la otra, algo que a mi me parece poco acertado. Cada una tiene diferente personalidad aunque su consistencia, en ambos casos, tiene el epicentro en la universidad y los colleges.

No descubro nada nuevo si digo que su nombre se origina porque la ciudad se levanta entorno al recorrido del río Cam. De calles estrechas y edificios de poca altura, Cambridge posee también una rica industria informática y biocientífica. En el siglo XIII se fundó la Universidad de Cambridge, iniciando así una extraordinaria historia de tradición y esplendor que ha contado con protagonistas tan ilustres (bien como profesores, alumnos o investigadores) como Stephen Hawking, Charles Darwin, Desiderius Erasmus (no, no es el inventor de las fiestas universitarias en el extranjero) o Francis Bacon, por citar algunos ejemplos de una lista interminable. También el Príncipe Carlos, pero este señor no ha hecho nada destacable en su vida.

Entre los acontecimientos que la Universidad de Cambridge ha vivido hay dos que me encanta recordar. Uno es el descubrimiento de la estructura de la doble helice del DNA por parte de Watson, Crick, Wilkins y Franklin. El otro, la invención de la primera máquina de calcular de Charles Babbage, un mamotreto metálico que hacía sumas y restas. 

Os recomiendo leer sobre la maquina de calcular de Babbage. Recuerdo que en una ocasión leí un capítulo dedicado a ello en un libro sobre hitos tecnológicos. La historia de la primera calculadora tenía el trasfondo de una historia de amor... Pero bueno, recomendación hecha. También os recomiendo que no perdáis el hilo al blog, en estos días colgaré algunas fotos de Cambridge.


2 comentarios:

  1. Eso, eso... Menos palabras y más fotos!!! Por otra parte le has preguntado a Junto, Max y Leo si querían visitar la ciudad?
    Besitos

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  2. Lo que faltaba es que tuviese que llevármelos de turismo...

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