martes, 25 de agosto de 2015

British (a todo) Gas

Que alegría cuando enciendes el fuego en la cocina para calentar los alimentos, que placer el agua calentita de la ducha, que acogedor el calor de los radiadores en invierno. Para eso la caldera debe funcionar a la perfección y es gracias a nuestros amigos de British Gas, la empresa con la que tenemos el contrato de mantenimiento y nos hace la revisión anual.

Hace unas semanas tocaba revisión. Bien tempranito acudió un técnico que tras hacer las revisiones y medidas correspondientes nos comunicó que la caldera tenía un vía de escape como la cárcel de "El Chapo" Guzmán. Era necesario precintar el aparato. Para esto había que cortar el tubo del suministro y nuestro colega serró por donde no debía, concrétamente lo hizo en un tubo que ya no se fabrica. La casualidad hizo que, por error, acudiera otro técnico a realizar la revisión que ya había hecho su colega Pepe Gotera y, ya que estaba allí, pidió ver el trabajo realizado por su colega quizás porque se olía la tostada. Creo que el nombre de este segundo técnico era Otilio. Cuando observó el "pequeño desastre" en la caldera llamó a otro compañero, y luego a otro, y luego... allí se presentó media compañía urgando y susurrando. Total, que salieron de allí tras un día movidito sin tener muy clara la solución al problema. Sobrevolaba la posibilidad de tener que cambiar la caldera mientras yo me imaginaba al técnico "cortador" en la típica escena peliculera de tener que elegir entre un cable azul y uno rojo para evitar la explosión de una bomba.

Al día siguiente acudió otro técnico. Me hizo ilusión porque era uno que no conocíamos aún. Estuvo currando varias horas hasta llegar a la solución final. La caldera funcionaba y todos quedamos felices: nosotros, el casero y la compañía que se iba a ahorrar pagar una caldera por culpa de un manazas.

Os recomiendo que veáis este vídeo publicitario donde British Gas promociona la eficiencia de su servicio. Cualquier parecido con la realidad es inaceptable.

martes, 11 de agosto de 2015

El lord de la cocaina

La clase política en general tiene muy baja consideración por parte de los ciudadanos y, en consecuencia, recibe poco amor. Supongo que será más o menos lo mismo en todos los países ya que la profesión de político siempre va a tener detractores, salvo honrosas excepciones como el amado líder de Corea del Norte, Kim Jong-Un, que no cuenta con ningún detractor en su país.

El amor hay que ganárselo a base de comportamientos ejemplares y actitudes honrosas, como es el caso del Lord John Sewel, vicepresidente de la Cámara Alta, presidente de la Comisión de Conducta y  Privilegios y miembro del Partido Laborista. Desde su privilegiada posición repartía estopa verbal a diestro y siniestro entre sus colegas de profesión que, según su criterio, no estaban al nivel que la sociedad requería.

Todo esto era así hasta que se ha difundido un video de este tipo en una fiesta como Dios manda, con cocaína y putas, mostrándonos un ejemplo de lo que para él es "conducta". Le han llovido, como os podéis imaginar, palos por todos los lados en este país en el que el postureo y la imagen debe ser adecuada a los estándares británicos. Es decir, todo lo que vaya mas allá del te y las pastas se considera orgía.

Como esta es una noticia ideal para un periódico de la catadura de The Sun os dejo la portada que eligieron para hablar sobre las aficiones de Lord Sewel.





miércoles, 5 de agosto de 2015

Winchester

En esta ocasión nos fuimos de visita al sur, concretamente a Winchester, la ciudad más importante del condado de Hampshire. Sinceramente, es un sitio bastante majo para visitar. Os dejo unas fotos y me callo ya.

La calle principal. Día de mercado y llena de gente.

El retablo de la catedral tallado en piedra. Lástima que había obras no se veía completo ni pudimos ver el techo.

Jane Austen, personaje ilustre de esta ciudad. Sus restos reposan en la catedral.

Fachada principal de la catedral.

¿La mesa redonda? Puede ser. Winchester es una de las ciudades que posiblemente fueran Camelot.