martes, 6 de enero de 2015

Londres

Oxford se encuentra a unas cincuenta millas de Londres, la gran capital del imperio. Mucho me han contado, he leído o visto en internet acerca de esta ciudad. La última opinión que me llegó fue de una chica española que se mudó desde Londres a Oxford: "Londres es el infierno". Esta opinión es muy común entre personas que llevan viviendo un tiempo relativamente largo allí. Londres agota. Es carísima, está muy cargada y la competencia es máxima. Pero cuando acudes como turista cambia mucho la cosa. Londres mola. Nuestra visita fue fugaz como un relámpago, un sólo día y regreso a casa. Nos hicimos una ruta y vimos muy por encima varias de las maravillas de la ciudad. Así poco puedes ver, pero no había otra posibilidad.

Hay muchos lugares impresionantes en Londres. Los típicos puntos de interés señalados en cualquier guía turística tienen un prestigio justamente ganado a base de historia, personalidad y belleza. A mi me impacto mucho el Monumento de la Batalla de Inglaterra, una escultura de venticinco metros de largo realizada en bronce y granito con desgarradora personalidad. Se encuentra a la rivera del río Tamesis en Victoria Embankment. Su autor, Paul Day, es un célebre escultor británico. Cuenta con varias obras repartidas por la ciudad y en otras ciudades europeas, como Bruselas. En su página web (www.pauldaysculpture.com) se puede encontrar información acerca de su obra y biografía.

Pequeña parte del Monumento a la Batalla de Inglaterra

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