miércoles, 12 de noviembre de 2014

Crónica de un accidente

Dicen que hay dos tipos de moteros: los que se han caído y los que se caerán. Desconozco si este dicho es aplicable también al mundo de la bicicleta, pero el pimiento ya pertenece al primer grupo. Paso a relataros como ocurrieron los hechos.

Otoño, cuando caen las hojas. Pueden ser hojas pacíficas u hojas puñeteras que cuando van cayendo comentan "hoy voy a joder a alguien". Las hojas son uno de los peligros máximos para los ciclistas de ciudad, especialmente en los días húmedos que en UK suelen ser bastantes. Así que si sumamos un coche parado en el carril bici, una maniobra para esquivarlo y un puñado de estas hojas con mala leche la ecuación tiene un resultado claro: caída y rotura de codo. Al hospital.

Ya en el hospital la cosa transcurrió rápidamente. Radiografía, diagnóstico del médico, brazo en cabestrillo y de nuevo a casa con cita para el traumatólogo el día siguiente.

Hasta aquí todo normal, como ocurriría en España. Pero ha sido un resumen simple, hay detalles que marcan la diferencia:

1. Los viajes en taxi de ida hacia el hospital y regreso a casa corrieron a cargo de la empresa. 

2. Estando en el box de urgencias, la enfermera encargó un menú del catering para la accidentada porque se encontraba desestabilizada por el golpe. Pagado, claro está, por el hospital. En España tendríamos que haber sacado un kit-kat de la maquinola más cercana.

3. El tratamiento. Nos habían advertido que en UK no son partidarios de la medicación en grandes dosis ni los tratamientos fuertes. El tema del brazo se solucionó con un cabestrillo clásico: brazo atado al cuello. Nada de inmovilizaciones mayores. Además la medicación es de bajo impacto. Sólo pudimos comprar paracetamol de 500mg e ibuprofeno de 200mg, aquí no venden dosis más altas. Ya nos habían comentado que aquí los medicamentos se administran en mínima cantidad. Por ejemplo, para que te den antibióticos tienes que tener la temperatura como para cocinar unas gachas.

En resumen, al final el codo evoluciona y la semana que viene hay una nueva visita al médico. Tened cuidado con las hojas, ya lo advierte mi sobrino: "la tía se ha caído porque es otoño".

2 comentarios:

  1. Me encanta tu relato.Besos.

    ResponderEliminar
  2. Por lo que detallas... ¿seguro que no es psoriasis?
    Yo pediría una segunda opinión.

    ResponderEliminar