VI naciones

Hemos charlado sobre rugby en este blog en alguna ocasión anterior. Este año es especial porque se celebra el Campeonato del Mundo de Rugby nada menos que en Inglaterra. Para abrir boca se está celebrando ahora el Trofeo de las VI Naciones, un torneo donde miden sus fuerzas las seis selecciones más potentes de Europa: Gales, Escocia, Irlanda, Inglaterra, Francia e Italia. Su nivel es tan superior al resto de selecciones continentales que desde 1996 se considera oficialmente el Trofeo de las VI Naciones como el Camponato de Europa de Rugby.

La competición data de 1883. Inicialmente se enfrentaban las tres selecciones británicas e Irlanda. En 1947 se incorporó Francia y en el año 2000 los italianos. La competición es simple: se trata de una liga que enfrenta a todos contra todos a partido único, alternando anualmente la condición de local y visitante. El palmarés de esta competición está liderado por Gales e Inglaterra, ambos con 26 triunfos, sigue Francia con 17, Escocia con 14 e Irlanda con 12, mientras que Italia aún no ha estrenado su palmarés. Por si fuera poco, el espectáculo ha crecido con el tiempo y celebran también los torneos femenino, sub20 y sub18. 

Además de ser la competición más antigua del mundo del rugby, este torneo tiene la particular característica de contener varios trofeos menores independientes del otorgado al ganador principal. Os dejo esta curiosa lista:

- Grand Slam: se otorga al campeón que gane el torneo ganando todos los partidos.
- Copa Calcuta: Campeón del enfrentamiento entre Escocia e Inglaterra.
- Triple Corona: se otorga al equipo de las islas británicas que logre vencer a los otros tres.
- Trofeo Giuseppe Garibaldi: al vencedor entre Italia y Francia.
- Trofeo Eurostar: al ganador del partido entre Inglaterra y Francia.
- Trofeo Millenium: al vencedor del Irlanda - Inglaterra.

Y por último el mejor de todos: la Cuchara de Madera, un trofeo simbólico que obtiene el equipo que "consiga" perder todos los partidos del torneo.

Posado de los capitanes antes del torneo. Ni al pequeño escocés me atrevería a rechistar.