lunes, 18 de agosto de 2014

Pedaleando

Una de nuestras primeras misiones ha sido adquirir un medio de transporte. Y cúal va a ser mejor que la bicicleta. Así que hemos comprado dos estupendas bicicletas de segunda mano... mejor dicho, creemos que son estupendas. Digo creemos porque nuestros conocimientos sobre bicicletas y ciclismo son escasos. De hecho, cuando Miguel Indurain ganó todo aquello yo pensaba que la bici la había conseguido domiciliando la nómina, y luego resultó que el banco le patrocinaba.

Llevamos un par de días pedaleando por la ciudad. Debo decir que Oxford está bien para moverte en bici. Hay bastantes tramos con carril bici habilitado y los conductores, tanto de coche como de autobús, son respetuosos con los ciclistas. Aquí este transporte está muy arraigado. Eso si, hay muchas menos bicis de las que yo esperaba. Por lo menos, en agosto, el coche es el transporte estrella. Aunque creo que cuando empiece el curso universitario y lleguen a la ciudad en tropel miles de estudiantes con poco dinero para fiestas y transporte, la bicicleta adquirirá mayor importancia.

Para nosotros ha sido un descubrimiento. Yo en mi vida me había movido por la ciudad en bici y me ha enganchado mucho. No me imagino moviéndome entre los college de otra manera, pegándole al pedal, cambiando de marcha, señalizando los giros, etc... Ocurre también que se te sale la cadena, te llenas de grasa, está lloviendo, pero no vamos a quitarle romanticismo a esta historia. Sería como contar que Romeo había pillado a Julieta depilándose las cejas. 


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