sábado, 16 de agosto de 2014

¿Se admiten gatos?

Ya explicamos que toda esta aventura oxfordiana giraría en torno al hecho de que tenemos tres gatos. Esto lo cambia todo. Y generalmente siempre lo hace más complicado. 

Ahora mismo nos encontramos en el proceso de encontrar una casa. Hoy, en nuestro primer día en Oxford, hemos visitado bastantes inmobiliarias, de todos los colores y tamaños. El esperanzador balance ha sido: cero inmuebles en disposición de ser alquilados en estas fechas teniendo gatos. Estamos como esta mañana al despertarnos pero con los culos algo más pateados.


Esto es malo. Pero las sensaciones empeoran a los hechos. Ha habido reacciones diversas cuando hemos especificado que queríamos alquilar con mascotas. Han estado las reacciones boy-scout, que aunque sabían que no había ni un apartamento-mojón para nosotros ponían cara de "¡venga chicos, seguimos adelante!". Estaban los neutrales, que han negado tajantemente pero con palabras suaves y sonrisa simpaticona. Y finalmente están aquellos que cuando les hemos comunicado que tenemos gatos han puesto la misma expresión que si les hubiese dicho "hemos matado a tu madre y con ella hemos hecho magníficas croquetas". Estos últimos no nos han dado ni una tarjeta, porque las tarjetas son para clientes y nosotros sólo somos unos desgraciados con un problema que ellos no quieren resolver. En realidad, no es un problema, sino tres problemas.


Mientras andábamos por las calles en busca de la siguiente inmobiliaria no podíamos evitar observar cada casa pensando que tampoco sería para nosotros.



No hay comentarios:

Publicar un comentario